Este encantador hotel de montaña ofrece vistas espectaculares de las colinas de Balagne que son simplemente impresionantes. La decoración de las habitaciones es cálida y acogedora, creando un ambiente perfecto para una escapada romántica, mientras que la deliciosa gastronomía de Gregory agrega un sabor auténtico a la experiencia, haciendo que cada comida sea memorable.

Sin embargo, el acceso al aparcamiento puede ser un poco complicado, especialmente en horas pico, lo que podría resultar incómodo si llegas en el momento equivocado. Además, la distancia desde el hotel hasta algunas atracciones cercanas puede ser cuestionable para quienes quieren explorar sin vehículo, lo que podría limitar un poco la aventura.

vistas espectaculares, decoración encantadora, ambiente acogedor

El acceso al aparcamiento es un auténtico dolor de cabeza, especialmente en horas pico!!! Y la distancia a algunos destinos turísticos puede ser bastante incómoda si no tienes coche.

Ubicación espectacular, rodeada de colinas y un jardín que invita a relajarse. La habitación super cómoda, ideal para descansar. Desayuno delicioso, con productos frescos que encantan el paladar. Solo un poco complicado el acceso a parqueadero en horas pico.

Recomendado para quienes buscan autenticidad

El desayuno era increíble, con productos locales de calidad servidos en una terraza encantadora, lo que realmente hizo la experiencia memorable. Además, la piscina tenía un ambiente relajante y una vista espectacular de las montañas, perfecto para disfrutar después de un día de exploración.

No era barato, pero todavía aceptable.

Durante mi estancia, disfruté de la increíble ubicación, rodeada de las colinas de Balagne, que ofrecen vistas espectaculares. La habitación era muy cómoda y contaba con una decoración encantadora que hacía sentir más acogedor el ambiente. Además, la cercanía a la playa de arena y los restaurantes locales permitió que explorara deliciosas opciones gastronómicas sin mucho esfuerzo.

Sin embargo, el acceso al aparcamiento era un poco complicado en horas pico.

La piscina tiene un ambiente relajante y es perfecta para disfrutar del día. El acceso al aparcamiento es un dolor de cabeza, especialmente en horas pico.

Un encanto en la montaña

El hotel es una joya. Marielle y el resto del personal son súper amables y te hacen sentir como en casa. La habitación era cómoda y la decoración muy acogedora. El desayuno era realmente delicioso, lleno de opciones locales. Lo único complicado fue el aparcamiento, a veces era un poco lío encontrar espacio. ¡Córcega es hermosa!

La atención al cliente es impresionante, desde Marielle hasta Sylvie y Francesca, todos hacen que te sientas como en casa. El chef Gregory prepara unos platos de productos típicos que son una verdadera delicia, cada comida es una experiencia. Sin embargo, el aparcamiento puede ser un desafío en horas pico y la distancia a algunos destinos puede ser un poco incómoda sin vehículo. A pesar de esto, el ambiente acogedor y romántico hace que cualquier inconveniente se sienta pequeño ante la belleza del lugar.